martes, 9 de marzo de 2010

La disciplina HF (1970), W. S. Burroughs


Un día frío seco ventoso nubes soplando a través del cielo sol y sombra. Una hoja muerta me roza la cara. Las calles me hacen acordar a St. Louis… casas de ladrillo a la vista, árboles, terrenos baldíos. Brillante y ventosa vuelta en taxi por calles vacías. Cuando llego al cuarto piso me resulta del todo ajeno como visto con los ojos de otro.
     “Espero que encuentre su camino… casas de ladrillo a la vista, árboles… la dirección en calles vacías.”

Coronel Sutton-Smith, sesenta y cinco, retirado sin estrecheces con renta propia suplementaria… departamento en Bury Street, St. James… casa en las afueras de Gales… no se resigna y sigue buscando monedas romanas bajo el suelo de su chalé teoría interesante la del Coronel acerca de esas monedas con dos copitas de jerez encima nunca tres sin importar cuán obscenamente su invitado relojee el decantador adamantino. Puede por supuesto terminar sus memorias… extensas notas abarcando un período de años, invitaciones, recortes de diarios, fotos, estirándose hasta el pasado en fechas que amarillean. Objetos acompañan los recortes, las notas, las fotos, las fechas… Una daga kris en la pared como recuerdo de Alí y su ataque amok en el mercado de Lampipur treinta años atrás, una corona de cuarzo esmeralda, una cabeza de jade que representa un joven reptílico con ojos de ópalo, un caballito blanco delicadamente tallado en marfil, un revólver automático Webley .455… (Solo el revólver automático hizo que el tambor girase sobre un trinquete estabilizando como giroscopio la patada.) Recuerdos, objetos clavados en un calendario viejo.
     El Coronel decide hacer su propio tiempo. Abre un cuaderno escolar con hojas rayadas y construye un calendario simple compuesto por diez meses de veintiséis días cada uno comenzando por este día 21 de febrero de 1970, 14 de Raton Pass en el nuevo calendario. Los meses llevan nombres como los de los viejos coches Pullman de Estados Unidos donde el Coronel vivió hasta su decimoctavo año… nombres como Beauacres, Bonneterre, Watford Junction, Sioux Falls, Pikes Peak, Yellowstone, Bellevue, Cold Springs, Lands End fechados desde el inicio 14 de Raton Pass un día gris y tranquilo. Olor a hollín y vapor y hierro y humo de cigarro mientras el tren empieza a zarandearse hacia el pasado. Ahora el tren está detenido edificios de ladrillo a la vista un canal azul profundo del otro lado de la ventana del tren un día gris y tranquilo desde hace rato.
     Un plato manchado con yema de huevo, una crosta de panceta, migas de tostadas sobre la mesa, un revuelto de diarios matutinos, colilla de cigarrillo flotando en café frío exactamente donde usted está sentado sacuden al Coronel de regreso a EL AHORA.
     El Coronel decide, en este día gris y tranquilo, traer su tiempo al tiempo presente. Observa los objetos sobre la mesa del desayuno calculando los movimientos para limpiarla. Mide la distancia entre su silla y la mesa cómo correr la silla hacia atrás y pararse sin golpear la mesa con sus piernas. Corre la silla hacia atrás y se para. Con movimientos elegantes y precisos vacía el plato en la sección Negocios de The Times, pliega el papel en forma de triángulo perfecto, levanta plato, cuchillo, tenedor, cuchara, taza de café y los lleva a la cocina sin ningún movimiento torpe o de más lavados y guardados. Antes de hacer la primera movida ya tenía planeada una serie completa de movimientos posteriores. Ha descubierto la simple y básica Disciplina HF. HACER FÁCIL. Es simplemente hacer cada cosa que se hace de la manera más fácil y relajada que se pueda lograr en el momento que se hace.
     Se vuelve un concienzudo estudiante de HF. Limpiar el departamento es un problema de logística. Conoce cada papel cada objeto y muchos ya tienen nombre. Ha perfeccionado el arte de “seleccionar” sábanas y mantas para que caigan justo así. Y la amable y silenciosa cuchara o taza de café sobre la mesa… Entrena durante un año antes de estar preparado para revelar los misterios del HF.
     Mientras el Coronel lava y ordena su pequeña cocina la audiencia televisiva contiene la respiración frente a la pantalla. Cuchillos tenedores y cucharas destellan entre sus dedos y tintinean en los cajones. Los platos bailan hasta los estantes. Abre y cierra las canillas con amables y precisos dedos y con la presión exacta considerando los cueritos dentro. Los repasadores se doblan como por sí mismos y caen suavemente en su lugar. Mientras se desplaza arroja bollos de papel y atados de cigarrillos vacíos estando de espaldas y por debajo de sus brazos y se los ve aterrizar infaliblemente en el tacho de basura como un maestro Zen puede dar en el blanco con su flecha en la oscuridad. Se mueve por la sala de estar una ráfaga de viento junta delicadamente en el cuenco de su mano la ceniza de cigarrillo sobre la mesa y la deja flotar descendente a la entrada del tacho de basura. En el dormitorio movimientos suaves limpia el lavatorio y acomoda los artículos de baño en una nature morte nueva cada día. Con un lanzamiento fluido y ondulante las sábanas serpentean hasta alisarse y luego las mantas ajustadas a los bordes con dedos que sienten la ropa y el colchón. En dos minutos el departamento queda reluciente…

Informe del Coronel HF para principiantes

HF es una manera de hacer. Es una manera de hacer todo lo que usted hace. HF significa simplemente hacer lo que sea de la manera más fácil y relajada de acuerdo con sus propias capacidades que es también la manera más rápida y efectiva como descubrirá al progresar en la práctica del HF.
     Puede comenzar ahora mismo limpiando su departamento, cambiando de lugar libros o muebles, lavando platos, preparando té, acomodando papeles. Piense en el peso de los objetos la fuerza exacta que se necesita para llevar el objeto de acá hasta allá. Piense en su forma y textura y función a qué lugar pertenece exactamente. Utilice solo la cantidad de fuerza necesaria para llevar el objeto de acá hasta allá. No manotee sacuda apretuje el objeto. Pose sobre él suaves dedos posesivos como un viejo y experimentado policía al efectuar un arresto tranquilo. Maniobre la palita plástica suavemente hacia el piso como si estuviera haciendo aterrizar un planeador. Cuando toque un objeto sopéselo con sus dedos sienta sus dedos sobre el objeto la piel sangre músculos tendones de su mano y brazo. Piense estas extensiones de su ser como instrumentos de precisión para llevar a cabo cada movimiento en forma adecuada y serena.
     Manipule consideradamente los objetos y ellos le mostrarán cada uno de sus pequeños trucos. No tironee o forcejee un cierre. Guíe suavemente los dientecitos de metal sintiendo las sinuosas ondulaciones de la ropa y el metal flexible. Al tapar el dentífrico… (y esto siempre debería hacerse inmediatamente después de haberlo usado pocas cosas peores que un dentífrico destapado estrujado torpemente enchastrando el estante del baño babeando pasta a no ser uno con el capuchón arrancado a lo bárbaro todo retorcido contra la rosca). Al tapar el dentífrico deje que las yemas de sus dedos excedan la tapa y entren en contacto con el extremo del tubo para guiar la tapa hasta su posición. Utilizar las yemas de sus dedos como asistentes de contacto le permitirá depositar silenciosa y confiablemente cualquier objeto liviano en su lugar. Recuerde que cada objeto tiene su lugar. Si usted no encuentra ese lugar y no lo coloca allí, el objeto lo acosará con su presencia y lo distraerá o lo atormentará. Lo molestará y se prenderá de usted y estará siempre metiéndose en el medio.
     Esa clase de objetos suele pertenecer al tacho de basura pero también suele suceder que solo están fuera de lugar. Aprenda a colocar un objeto en forma firme y descansada en su lugar y no permita que sus dedos hagan bambolear el objeto cuando usted lo está depositando allí. Cuando esté apoyando una taza sobre alguna superficie aleje prolijamente sus dedos de la taza. No permita que se traben en el asa y si lo hacen repita el movimiento hasta que lo realicen prolijo. Si no separa ese dedo nervioso que no quiere desprenderse del asa puede llegar a tirarle té caliente encima a la duquesa. Nunca pase por alto una secuencia ejecutada pobremente. Si arroja un fósforo al tacho de basura y erra párese en el acto y póngalo dentro del tacho de basura. Si tiene tiempo repita el tiro errado.
     Existe siempre un motivo por el cual se erra un tiro fácil. Repita el tiro y lo descubrirá. Si se agarra los dedos con una puerta o ventana, si se raspa la pierna contra el escritorio o la cama, si se tropieza con el borde levantado de la alfombra o estrella su dedo contra una mesa o silla vuelva y repita la secuencia. Se sorprenderá al descubrir cuán desviado del rumbo estaba como para golpearse con ese marco de ventana esa puerta esa silla. Desande sus pasos y repita el trayecto. ¿Cómo podrá pilotear una nave espacial si ni siquiera es capaz de moverse sin dificultades por su propio departamento? Es como repetir la toma de una película hasta lograr la correcta. Y usted mismo comenzará a sentirse en una película moviéndose con facilidad y velocidad. Pero no intente velocidad al principio. Intente una elegancia relajada tomándose tanto tiempo como le haga falta para llevar a cabo la acción. Si se le cae un objeto, rompe un objeto, vuelca algo, se golpea dolorosamente contra algo, manotea un objeto, enfóquese en la repetición. Le será posible descubrir por qué y evitar que se repita. Si el objeto está roto recoja las piezas y retírelas de la habitación en el acto. Si el objeto está intacto o lo tiene por duplicado repita la secuencia. Puede ser que experimente una extraña sensación como si los objetos estuvieran vivos o fueran hostiles intentando escabullirse de sus dedos, golpear ruidosamente contra una mesa, atravesarse en su camino y entrometerse con su dedo gordo y hacerlo tropezar. Repita la secuencia hasta restablecer el orden entre los objetos.
     Aquí tenemos a un alumno haciendo sus ejercicios. Lanza desde sesenta centímetros la tapa de plástico rojo de una botella de leche al tacho naranja. La tapa sobrevuela el tacho como un plato volador. Lo vuelve a intentar. Mismo resultado. Examina la tapa y descubre un borde aplastado. La restaura. Ahora la tapa caerá obedientemente dentro del cesto. Cada objeto que usted toca recibe de usted su vida y su voluntad.
     El alumno lanza al tacho de basura un atado de cigarrillos que rebota contra el envoltorio de cartón de un perchero metálico que descansa en el tacho de basura atravesándolo diagonalmente y no debería estar allí bajo ningún criterio y el paquete cae hacia afuera. Si se vacía un cenicero en ese tacho de basura el triángulo de cartón dispersará las cenizas y las colillas dejando todo desparramado por el suelo. Alumno agarra caja de fósforos del bolsillo de su abrigo previo a prender un cigarrillo del paquete nuevo sobre la mesa. Con los fósforos en una mano ejecuta otro lanzamiento y erra por supuesto sus dedos instalados ya en tiempo futuro encendiendo el cigarrillo. Recupera paquete apoya fósforos y ahora flexionando ligeramente las piernas se inclina lanza pasa junto a la bacha y encesta, milagro del maestro Zen que da en el blanco en la oscuridad estos pequeños milagros ocurrirán cada vez con mayor frecuencia al avanzar en la práctica del HF. El bollo de papel lanzado de espaldas cae dentro del tacho de basura, la colcha arrojada ajustada en el lugar preciso parece doblarse sola bajo los dedos de satén marrón de un viejo mercader persa. Los objetos se acomodan con el toque más suave. Se desliza como en una película con tanta facilidad que apenas si reconoce estar haciéndolo. Entra en la cocina esperando encontrar la pileta rebalsada de platos sucios y en cambio cada plato se encuentra en su lugar y la cocina brilla. Los Enanitos estuvieron ahí e hicieron por usted el trabajo dedos ligeros y frescos como viento de primavera a través de los cuartos.
     El alumno considera objetos pesados. Una grabadora sobre el escritorio ocupando mucho espacio y que no usa demasiado a menudo. Por lo que guardarla bajo la bacha. Sopesarla con las manos. Primer intento el cable y el enchufe reptan a través del escritorio como una serpiente asustada. Se golpea la espalda contra la bacha al querer colocar la grabadora debajo. Intentar de nuevo pararse con las piernas no hacia atrás. Golpea la lámpara. Observa la lámpara. Es un horrible objeto destartalado con las articulaciones emparchadas con cinta scotch desenchufada cuando no está en uso el cable suelto y se le enrosca en los pies a veces haciendo volar la lámpara fuera del escritorio. Sacar esa lámpara del cuarto y comprar una nueva. Ahora intentar de nuevo pararse moverse rotar agacharse así y justo bajo la bacha.
     Descubrirá cosas torpes que ha estado haciendo durante años cuando piense que así son las cosas. Aquí tenemos a un alumno americano que durante años arrancó la tapa de plástico rojo de la botella inglesa de leche usted sabe las tapas americanas tienen una lengüeta pequeña y él ha estado buscándola durante todos estos años. Luego un día en la cocina de un amigo vio la tapa aplastada en el centro. A la mañana siguiente lo intenta y ocurre el milagro. La presión exacta en el centro y saca la tapa con dedos expertos y la vuelve a poner. Lo hace varias veces sorprendido y espantado y bueno pudo sucederle a él profesor universitario y muy técnico también los gusanos planos aprenden más rápido durante años estuvo poniéndose las medias después de haberse puesto los pantalones por lo que tenía que arremangarse los pantalones y pantalones y medias se le enredaban así que por qué no ponerse las medias antes de ponerse los pantalones?
     Está aprendiendo los milagros simples… El milagro del Vaso en el Lavatorio… todos conocemos el típico vaso sobre una hoja de afeitar oxidada manchado con pasta dental rosa un dentífrico decapitado retorciéndose hacia fuera… los hábiles dedos ponen manos a la obra y el vaso brilla como el Santo Grial a los rayos del sol. Ahora realiza una práctica de billetera. Durante años llevó la plata en el bolsillo izquierdo del pantalón teniendo que meter la mano hasta el fondo para pescar los billetes desnudos… rozando los dedos contra los bordes filosos de los billetes. Muchas veces los billetes estaban de a dos o más y al sacar uno el otro podía caerse al suelo. El bolsillo izquierdo del pantalón es más difícil de robar pero hay cosas peores que un bolsillo saqueado con el que uno podría haber comido afuera por una temporada. Dos dedos con trabajo de manicura se deslizan dentro del traje sastre y le pasan aéreos a la mano que espera un mensaje impreso de la Reina.
     Esta es claramente la manera fácil. Además a ningún estudiante de HF le van a robar nada si aplica HF en la calle, eligiendo su camino entre quienes caminan despacio, no atascarse detrás de ese cochecito para bebé, cuidado al doblar la esquina no chocarse contra alguien que viene en sentido contrario. Saca la billetera frente a un espejo, agarra los billetes, cuenta los billetes, vuelve a guardar los billetes tan rápido como puede sin movimientos torpes, sin que sobresalgan los billetes y demás errores. Este es un principio básico y debe ensayarse. Cuando la velocidad es crucial para la operación usted debe encontrar su velocidad lo más rápido que pueda realizar la operación sin cometer errores. No intente velocidad al principio ya vendrá el frufrú de sus dedos en la billetera con un toque ligero como hojas muertas y discretamente plisado el billete que coimeará al policía sudamericano estándar para que pase por alto una cara de reviente. El policía estándar sonríe con sonrisa de coleccionista una sonrisa de connaisseur. No ha escuchado un frufrú semejante desde aquel ladrón de joyas francés con papeles de factura burda un frotecito encima con sus manos y ahí está el billete pulcramente plegado dentro del pasaporte falso.
     Ahora alguien dirá… “Pero si tengo que pensar en cada movimiento que hago…”. Usted solo tiene que pensar y bajar los movimientos a una serie de imágenes congeladas para estudiarlos y corregirlos porque no ha encontrado la manera fácil. Una vez que haya encontrado la manera fácil no va a pensar en eso. Casi como que se hará por sí mismo.
     Operaciones realizadas sobre uno mismo… lavarse los dientes, bañarse, etc., pueden llevarlo a corregir un defecto antes de que se desarrolle. Aquí tenemos a un alumno con un caso incipiente de encías sangrantes. Su dentista le dijo que se masajeara las encías colocando entre diente y diente unos palitos llamados Inter Dens y masajear encía con movimientos oscilatorios. Agarra un Inter Dens, abre la boca en una mueca rígida y le da a la encía con mano temblorosa. Ahora se acuerda de su HF. Recomenzar. Retirar los palitos como si fueran palitos chinos en miniatura unidos a la base y separarlos delicadamente. Hallar el perímetro sangrante. Relajar el rostro y mover el Inter Dens hacia arriba y hacia abajo delicada firmemente encías relajadas dirija su atención hacia ahí.
     No sin “ponerse cada vez mejor” solo permita que la atención de todo su cuerpo se dirija hacia allí y todo el poder curativo de su cuerpo fluirá con ella. Una mano enjabonada en la parte baja de su espalda sintiendo los músculos y las vértebras puede detectar una dislocación justo ahí y ahorrarle una visita al osteópata. Deficiencia y enfermedad son en gran medida un asunto de negligencia. Usted evita algo porque es molesto y se vuelve más incómodo por negligencia y lo deja estar más todavía. Las tareas cotidianas le parecen molestas y aburridas porque las piensa como TRABAJO algo pesado y sólido con lo que tropezarse y caerse. Supere este bloqueo y descubrirá que el HF puede aplicarse a cualquier cosa incluso a la disciplina final de no hacer nada. Mientras más fácil lo haga menos va a tener que hacer. Aquel que haya aprendido a no hacer nada con toda su mente y con todo su cuerpo tendrá las cosas hechas por sí mismas.
     Sometamos ahora el HF a una simple prueba: el viejo duelo Western de a ver quién desenfunda primero. Solo un pistolero captó verdaderamente el principio del HF y fue Wyatt Earp. Nunca nadie lo derrotó. Wyatt Earp dijo: “Lo que cuenta no es el primer tiro. Es el primer tiro que pega. El punto es desenfundar apuntar y disparar y mandar el proyectil cinco centímetros por encima de la hebilla del cinturón”.
     Eso es HF. ¿Cuán rápido podés hacerlo y haberlo hecho?
     Se cuenta que una vez un muchachito despertó la ira de McGee Dos Pistolas. McGee juró matarlo y se prepara en una serie de cantinas. El muchacho nunca estuvo en un tiroteo y Wyatt Earp le aconseja que se vaya de la ciudad cuando McGee está todavía dos cantinas más allá. El muchacho se niega.
     “Está bien” le dice Earp “Podés darle a un círculo de diez centímetros cuadrados a dos metros de distancia ¿no? Está bien tomate tu tiempo y dale”. Wyatt se adelgaza contra una pared diciéndole otra vez “Tomate tu tiempo, pibe”.
     (¿Cuán rápido podés tomarte tu tiempo, pibe?)
     Y acá aparece McGee con una .45 en cada mano escupiendo plomo para todos lados. Un baterista de St. Louis está un poco lerdo para tirarse al piso atrapa una bala con la frente. Un muchacho comiendo pacíficamente chop suey en el restaurante chino de al lado frena una bala con el muslo.
     Ahora el pibe desenfunda su pistola firme en las dos manos apunta y dispara desde dos metros dándole a McGee de lleno en el estómago. La masa del proyectil lo estrella contra una pared. Se las arregla para tirar un último tiro y baja un candelabro. El pibe dispara de nuevo y despacha una bala que revuelve el hígado de McGee y otra que le atraviesa el pecho.
     El principiante puede pensar el HF como un juego. Estás corriendo una carrera de obstáculos los obstáculos puestos por tu oponente. No bien intentes poner el HF en práctica te vas a dar cuenta de que tenés un oponente muy astuto y persistente y lleno de recursos con un conocimiento detallado de tus debilidades y sobre todo experto en desviar tu atención por un instante necesario para que se te caiga el plato en la cocina. ¿Quién o qué es este oponente que te hace volcar tirar y trastabillar patinar y caer? Groddeck y Freud lo llamaron el ELLO un mecanismo autodestructivo de fabricación casera. Mr. Hubbard lo llama Mente reactiva. Desconectarás el ELLO a medida que avances en la disciplina HF. HF te lleva a un enfrentamiento directo con el ELLO en tiempo presente donde podés controlar tus movidas. Podés derrotar al ELLO en tiempo presente.
     Apropiate del artificio inverso del ELLO. Esas aptitudes te pertenecen. Hacelas tuyas. Sabés donde está el tacho de basura. Podés embocar un objeto en el tacho de basura estando de espaldas. Sabés cómo tocar y mover y levantar cosas. Recuperar esas habilidades es por supuesto no más que un preludio para recuperar otras y otros conocimientos que tenés pero que no podés volver utilizables. Conocés tu historia pasada en su totalidad exactamente año mes día y hora todo lo que pasó. Si escuchaste un idioma por cierta cantidad de tiempo sabés ese idioma. Tenés una computadora en el cerebro. HF te mostrará cómo usarla. Pero esa es otra historia.
     HF es aplicable a TODAS las operaciones llevadas a cabo dentro del cuerpo… ondas cerebrales, digestión, presión sanguínea y pulsaciones… Y esa es otra historia…

     “Y ahora tengo que darles de comer a unos gatos callejeros y mi clase en el Leprosario.”
     Lady Sutton-Smith se despide levantando un paraguas distante…
     “Espero que encuentre su camino… La dirección en calles vacías…”

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